quinta-feira, 21 de julho de 2011

De la dificultad a la oportunidad

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Intro
Mi nombre es Mercedes Escardó y este año participé del Seminario de Invierno de la Escuela Musso por primera vez. De vuelta en mi casa en Buenos Aires, me encuentro con la enorme dificultad de seguir con la práctica y la motivación. La vida en la ciudad con sus horarios, presiones y contaminación se me presenta como un gran desafío. Lo que personalmente más me afecta es la atomización de la comunidad macrobiótica: que esté tan dispersa, tan encerrada, tan alejada de la solidaridad. Por eso, mi entusiasmo con esta iniciativa. Aquí va mi primer aporte.

Tres: el número mágico
Hasta ahora he oído hablar de la auto-educación, el auto-control, el auto-reconocimiento, la auto-transformación, etc. y también sobre la preocupación por una mayor fluidez en las comunicaciones inter-centros.
Adhiero. Desde mi regreso, me levanto temprano para hacer ritmopráctica y descubro que tiene el efecto del ginkgo biloba: ¡me surgen ideas y reflexiones sin parar durante toda la mañana! Entiendo que será pasajero. El objetivo es lograr "pies calientes y cabeza fría". Observo el efecto que tienen lo que consumo por las cuatro bocas e intento evitar aquello que me hace mal. Es decir, intento auto-educarme, auto-reconocerme.
También coincido con la necesidad de tender redes y comunicarnos. Me divierte la anología entre el bambú y su raíz y nuestras computadoras y la fibra óptica. Y aquí estoy, para solidarizarme.
Sin embargo, creo que falta un tercer ingrediente. El número tres que estimule, como dice el profesor Kikuchi. Y siento que ese tercer elemento es hacer un movimiento hacia afuera. Creo que el descubrimiento que hemos hecho es maravilloso por lo transformador y que, en este mundo tan en crisis que vivimos, una transformación es necesaria. Y por lo tanto, la difusión es nuestra responsabilidad.
Sé de comunidades macrobióticas que han intervenido en políticas públicas logrando, por ejemplo, que se eliminen las máquinas de venta de gaseosas y golosinas en los colegios. Otras que han trabajado en los comedores de cárceles logrando una disminución de la violencia a partir del cambio en la dieta.
Me motiva y me entusiasma pensar en trabajar para, en algún momento, hacer una contribución semejante. Me gustaría saber cuáles son las impresiones de esta comunidad al respecto.

En la cocina
Por último, quería compartir con Uds. mi almuerzo de hoy. Estoy tan maravillosamente nutrida por las enseñanzas de Doña Bernardette y las cocineras de la Escuela, que estoy paralizada. Miro mi cocina y no sé por dónde empezar. Tengo tanto para aprender, tanto para descubrir, tantos experimentos por hacer. ¡Es emocionante! Esto es lo que intenté con lo poquito que tenía en casa, luego de estar fuera 12 días.




La zanahoria condimentada con shoyu y el repollo con vinagre de arroz, resultaron una muy buena combinación. El seitán contribuía por su textura, pero no mucho por su sabor. El apio podría no haber estado. Hubiera sido bueno reemplazarlo por algún pickle. Por algún misterioso motivo, el arroz con nirá no tuvo la presencia que había anticipado. Volveré a intentarlo. La próxima vez, poniendo el alga nori del lado correcto: ¡por más que me esfuerzo, nunca logro recordar qué lado va hacia adentro!!! Muy práctica la presentación para comer por las calles de Buenos Aires entre clase y clase.

¡Salud!

Um comentário:

José Luis disse...

Bom dia Mercedes, gostaria de estar ai com você comendo esse delicioso alimento. Beijos. Estou contigo e não abro.